Chamanes y Poetas: el camino de la Espiritualidad Natural

«Energía es Espíritu, es el Todo, es lo que Es. Sin interpretaciones.»

Detener las interpretaciones de nuestra mente es esencial para descubrir que nuestras posibilidades son infinitas y que estamos aquí por un propósito inexorable: ser felices mientras realizamos una contribución única a la comunidad.

«Nuestros chamanes internos florecen a cada paso que damos.»

Cada situación es -en potencia una experiencia de aprendizaje. Cada persona que se cruza con nosotros es –en secreto- nuestro maestro. En esto consiste el arte de aprender: tomar cada experiencia y convertirla en sabiduría.

«La canción llega al chamán como la voz del Espíritu. Es la Naturaleza misma la que canta.»

Nosotros somos los únicos que nos ponemos límites para expresarnos. Que si desafino, que si me equivoco… nos criticamos porque nos comparamos. Pero nuestra vida es una manifestación única del Gran Misterio, una chispa de belleza, un milagro que camina.

«Antes de subir a los cielos, es necesario anclarse en la tierra»

Cielo y Tierra son aspectos complementarios de la realidad. Muchas veces, por atender a los asuntos sutiles descuidamos los asuntos materiales. El Cosmos, en cambio, nos muestra que sutileza y materia son inseparables, dos compañeros que se asisten y sostienen mutuamente.

«El Universo es reciprocidad: todo lo que se entrega, vuelve; todo lo que recibimos debe regresar»

Podemos aplicar esta idea cada día agradeciendo las bendiciones recibidas, pero también recordando que todo lo que emitimos -pensamientos, intenciones, emociones –se convierte en un resultado, tarde o temprano.

«El serio juez interior se habrá marchado… junto con la víctima»

«Buenos» vs. «Malos» es algo que solo funciona en las películas. Cada persona responde de acuerdo a su nivel de conciencia, las circunstancias que atraviesa, y los particulares desafíos que el alma se propuso atravesar para evolucionar. Esto se aplica a todo.

«La Totalidad se expresa dentro y fuera de mí. La profundidad de una cueva habla de mi propia profundidad»

Todo lo que está fuera de nosotros es un reflejo de nosotros mismos. La generosidad del Gran Espíritu es infinita: nos regaló un espejo enorme y claro para que nos resulte fácil descubrir quiénes somos.

«De lo que se trata no es de encontrar un `lugar sagrado ́ sino de encontrar una manera sagrada de conectar con un lugar»

Lo que convierte en especial un lugar o un momento es el estado de atención que mantenemos en relación con él. Si estamos convencidos de que nos da poder, así lo hará. Si creemos que está «dañado» o «maldito», así estará.

«Animales: Tienen mucho que enseñarnos. Solo existe un requisito: superar nuestra creencia en la superioridad humana»

Los animales nos enseñan a entender el Círculo de la Vida: cada quien ocupa su lugar sin pretender ser algo que no es. Si falta uno, el equilibrio se rompe. La verdad está en la Naturaleza.

«Medicina es todo lo que nos rodea, siempre que podamos comprender su lugar e integrarlo conscientemente.»

Todo lo que te sucede tiene un propósito superior, beneficioso para ti. Observa esto en las pequeñas molestias cotidianas, y con el tiempo podrás aplicarlo incluso a las crisis más severas.

«Nuestra existencia es sutil y efímera. Está destinada a serlo, porque nuestras arenas deben volver al paisaje, otra vez»

Este pensamiento no debe preocuparte, sino volverte consciente de lo importante que resulta aprovechar cada momento al máximo, dirigiendo tu energía y atención a lo que deseas crear.

«… (Tu chamán interno) está despertando de un largo sueño…»

Tu eres el chamán de tu propia vida. Tu magia está en tu corazón. Tus aliados son tus pensamientos cuando están orientados a lo que es bello y saludable. Tu poder reside en tu capacidad de elegir con libertad. Tu destino: ser feliz mientras compartes tus dones con tu tribu.

Flavia Carrión

Bebe agua donde bebe el caballo. Seraphim de Sarov

Bebe agua donde bebe el caballo. Un caballo nunca tomará agua mala.

Tiende tu cama donde el gato duerme plácidamente.

Come la fruta que ha sido tocada por una lombriz.

Sin miedo recoge los hongos donde se posan los insectos.

Planta un árbol donde el topo escarba.

Construye una casa donde las víboras toman el sol.

Cava un pozo donde los pájaros se esconden del calor.

Ve a dormir y levántate al mismo tiempo que las aves, cosecharás los granos de oro de la vida.

Come más verde, tendrás piernas fuertes y un corazón resistente, como el alma de los bosques.

Mira al cielo más seguido y habla menos, para que el silencio pueda entrar a tu corazón, tu espíritu esté en calma y tu vida se llene de paz.

Eres Maravilloso- poema de Joost Scharrenberg

A veces me llaman la cigarra;
bichito que siempre sigue cantando
sobre todo cuando hace mucho calor
animándose a sí mismo y al mundo entero

Otras veces me llaman el ave Fénix,
mítico animal volador
que renace de sus cenizas
cuando ya nadie lo espera

También tengo forma de flor
El edelweiss que crece en soledad
en alta montaña cerca del techo del mundo
y casi en contacto con el sol y la luna

La verdad es que tengo miles de formas
vivo en las rocas, en las nubes, en el mar
en los bosques, en el interior de la tierra
en las estrellas y en el aire del amanecer

soy la esencia, soy la energía
de la que están hechas todas las cosas
soy tú, soy ella, soy aquél, soy eso
y nos conocemos desde hace tanto tiempo

te espero con mucha paciencia
para que dejes de tener miedo de ser tú
de ser yo, de ser millones de seres a la vez,
de compartir tu esencia sin más

y te darás cuenta en aquel día
cuando todas las cigarras canten contigo
que tu corazón está lleno de seres mágicos
y que el ser más maravilloso eres tú.

Los Cuatro Acuerdos – Sabiduría Tolteca

  1. No Supongas

No des nada por supuesto.
Si tienes duda, aclárala.
Si sospechas, pregunta.
Suponer te hace inventar historia increíbles
que solo envenenan tu alma,
y que no tienen fundamento.

  1. Honra tus Palabras

Lo que sale de tu boca es lo que eres tú.
Si no honras tus palabras,
no te estás honrando a ti mismo.
Y si no te honras a ti mismo,
no te amas.

  1. Haz siempre lo Mejor

Si siempre haces lo mejor que puedas,
nunca podrás recriminarte
ni arrepentirte de nada.

  1. No te tomes nada de manera Personal

Ni la peor ofensa.
Ni el peor desaire.
Ni la más grave herida.
En la medida en que alguien
te quiera lastimar, en esa medida
ese alguien se lastima a sí mismo.
Pero el problema es de él y no tuyo.
Cuando miremos con ojos de niño, tal vez
entenderemos cómo es este
juego de vivir y evolucionar.

Nuestro miedo más profundo- Marianne Williamson

Nuestro miedo más profundo no es el de ser inapropiados.

Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida.

Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta.

Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, precioso talentoso y fabuloso?

Más bien, la pregunta es: ¿Quién eres tú para no serlo?

Eres hijo del universo.

No hay nada iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras.

Nacemos para poner de manifiesto la gloria del universo que está dentro de nosotros, como lo hacen los niños.

Has nacido para manifestar la gloria divina que existe en nuestro interior.

No está solamente en algunos de nosotros: Está dentro de todos y cada uno.

Y mientras dejamos lucir nuestra propia luz, inconscientemente damos permiso a otras personas para hacer lo mismo.

Y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás. 

Cierra tus ojos y verás claramente

Cierra tus ojos y verás claramente.
Cesa de escuchar y oirás la verdad.

Permanece en silencio y tu corazón cantará.
No anheles ningún contacto y encontrarás la unión.

Permanece quieto y te mecerá la marea del universo.
Relájate y no necesitarás ninguna fuerza.

Sé paciente y alcanzarás todas las cosas.
Sé humilde y permanecerás entero.

Cuando las cosas anheladas ya no se desean, llegan.
Cuando las cosas temidas ya no se temen, se alejan.

Poema de Lao Tse

La gente que me gusta, poema de Mario Benedetti

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.

Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.

Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto.

Me gusta la gente que posee sentido de la justicia. A estos los llamo mis amigos.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada.

Me gusta la gente que con su energía, contagia.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.

Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos. La gente que lucha contra adversidades.

Me gusta la gente que busca soluciones.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.

Me gusta la gente que tiene personalidad.

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.

La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.

Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.

Vivir en paz. -Liana Castello

Cuando hablamos de paz, en general tendemos a pensar en la ausencia de guerra. Sin duda que así es, pero vivir en paz no sólo significa que no haya conflictos, también es vivir en armonía con lo que somos y tenemos, con los que nos rodean y en el lugar que estamos.

Vivir en paz es estar tranquilos con nuestra conciencia, sabiendo que damos lo mejor de nosotros, o –al menos- lo intentamos todos los días. La paz, parecería ser el anhelo mundial por excelencia. Es un deseo genuino y por el que todos deberíamos trabajar.

Que cada país viva en paz con el otro, que se terminen las guerras, que el mundo sea uno y no unos contra otros. Nosotros, como individuos, también necesitamos vivir en paz, si así no lo hacemos, mal podremos pretender que el mundo no viva en conflicto permanente.

El mundo somos nosotros, las naciones también. En mayor o menor medida, todos tenemos parte de responsabilidad en lo que ocurre. Si cada uno lograse, primero desde su corazón, luego desde su entorno vivir en paz, cuánto más fácil sería para todos.

Aquí el respeto empieza a tallar con fuerza. Si no respetamos al prójimo y sus derechos, al planeta que no es ni más ni menos que nuestra casa y tampoco nos respetamos a nosotros mismos, no habrá paz posible. Cuando alguien fallece, es el deseo de quienes lo despiden “que en paz descanse”. La frase es por demás conocida y sentida.

Me pregunto ¿no sería bueno acostumbrarnos a decir también “que en paz vivamos”? Es tan importante morir en paz y descansar en los brazos de Dios, como vivir en paz y en armonía con Dios. Hay palabras a las que pareciera le damos real valor en ciertos contextos, diría hasta más impersonales.

Leemos los diarios o vemos los noticieros y nos asusta la guerrilla, las muertes, la violencia, las diferencias casi irreconciliables entre ciertas naciones. Esa paz que los diarios y la televisión nos muestran que es difícil conseguir, también lo es a veces en nuestro pequeño/gran mundo, en nuestra familia, en nuestro trabajo, en nuestro interior. No siempre estamos en paz con nosotros mismos. Jesús dijo “Mi paz os dejo, mi paz os doy”. Démosle el real valor que tiene ese regalo que Dios, a través de su hijo, nos entregó.

No lo desperdiciemos en conflictos inútiles tanto internos, como con los que nos rodean. Vivir en paz es posible, tal vez sólo sea cuestión de aprender a hacerlo, pero se puede y bien vale intentarlo, más allá de cualquier circunstancia. Si comenzamos todos y cada uno desde nuestro pequeño lugar, tal vez llegue el día en el que abrir un diario o ver un noticiero no nos deje un sabor amargo en el alma.

La Mariposa de los Hielos

Aquella mañana lucía el sol y comenzaba a oírse el canto de los arroyos. Los pájaros, con su trinar, celebraban la llegada de la primavera y las flores se desperezaban ya sobre el manto verde que cubría la pradera. Al mismo tiempo, se desperezaban también las mariposas mientras abandonaban el capullo y reaparecían vestidas de fiesta, con enormes alas de irisados colores. Todas, menos una. 

De uno de los capullos, el más alejado del árbol, salió una mariposa muy extraña: nunca se había visto nada igual. No tenía bellos colores, como sus hermanas, parecía, más bien, hecha por completo de cristal. No era fea, al contrario, era de una belleza deslumbrante. Sus alas, recubiertas de pequeños cristales de hielo, brillaban con el sol y lanzaban destellos en todas direcciones. ¡Era una mariposa preciosa! Pero era diferente.

-Qué raro es tu vestido -se burlaban sus hermanas.

-¿Dónde están tus colores? – le preguntaban las libélulas.

-¡Tus alas no son de terciopelo! – le advertían las arañas.

-¿Antes también eras distinta? – se extrañaban las orugas.

-Eres un bicho raro – sentenciaban los insectos palo.

La mariposa era preciosa, pero era diferente. Y, por ese motivo, nadie la tomaba en serio. Sus hermanas no querían jugar con ella y el resto de insectos se la quedaban mirando con compasión. De nada le servían sus cristalinas alas transparentes, sus destellos brillantes, su fragilidad de cristal, el silbido de su aleteo. Nadie la quería porque no era una mariposa de colores, con alas de terciopelo y negro cuerpo azabache.

La mariposa se había quedado sola porque era diferente, así que decidió alejarse de todos. Voló, voló y voló hacia los confines del mundo. Sus alas reflejaban el sol con cada batir, fulgurando contra el intenso azul del cielo. Al cabo de un buen rato, se posó cerca de un arroyo a refrescarse. Se encontraba ensimismada, absorta en sus propios pensamientos, cuando notó que alguien la observaba. La mariposa levantó la mirada y vio, frente a ella una termita muy anciana.

-¡No me lo puedo creer! ¡Eres una mariposa de los hielos! -exclamó la termita.

La mariposa no entendía a qué se estaba refiriendo.

-¿Yo? No, no. No soy una mariposa de los hielos. Sólo soy una rara mariposa que nació sin colores -dijo la mariposa, entristecida.

La termita le insistió. Le dijo que su abuelo le contaba una historia que hablaba de cómo, cada primavera, una sola mariposa nace diferente a las demás. No tiene colores ni alas de terciopelo. Al contrario, es transparente y brillante como un copo de nieve y sus alas son rígidas y frágiles como el hielo. Es diferente, sí. Pero es única. Y tiene una misión: la mariposa de los hielos es la encargada de guardar el invierno, para que sepa encontrar el camino de vuelta y no se pierda, y pueda, así, regresar cada año.

-No eres rara, eres especial. ¡Eres la guardiana del invierno! Sin ti, nada volvería a empezar -le insistió la anciana termita.

-¿Empezar? ¡Pero si es en primavera cuando empieza todo! -se extrañó la mariposa.

-No, en realidad todo empieza en invierno -continuó la termita- Se necesita la nieve para que, con el deshielo, el agua se reparta por el mundo y puedan brotar las plantas. El invierno no es el fin de la vida, sino el inicio de ella.

Cuando se corrió la voz entre los insectos, éstos comenzaron a mirar a la mariposa con admiración. Ahora, todos se sentían afortunados por tener entre ellos a una mariposa de los hielos. Aprendieron que ser diferente no quiere decir ser raro, sino especial. Y que los seres especiales están en este mundo para cumplir una importante misión. ¡Sólo hay que descubrir cuál es! Gracias a la mariposa de los hielos, el invierno supo encontrar el camino de vuelta, coloreándolo todo de blanco. Con la llegada de una nueva primavera, otra mariposa muy especial comenzó a romper su capullo de hielo…

Poema de TECUMSEH

Vive la vida de modo
Que el temor a la muerte
No pueda entrar nunca
En tu corazón.

No importunes a nadie
Acerca de su religión.
Respeta a los demás
Y sus puntos de vista
Y exige de ellos
Que respeten el tuyo.

Ama tu vida, perfecciónala.
Embellece todas las cosas de tu vida.
Trata de prolongar tu vida
Y de hacerla útil para tu pueblo.

Cuando llegue la hora de tu muerte,
No seas como aquéllos cuyos corazones
Están llenos de temor a la muerte
Y que al llegar su momento lloran y rezan.

Para tener un poco más de tiempo,
Para vivir la vida de modo diferente,
Canta tu canción fúnebre
Y muere como un héroe
Que regresa a su casa.

Tecumseh, Jefe de la tribu india de los Shawnee.