A callarse

Ahora contaremos doce
y nos quedamos todos quietos.
Por una vez sobre la tierra
no hablemos en ningún idioma,

por un segundo detengámonos,
no movamos tanto los brazos.

Sería un minuto fragante,
sin prisa, sin locomotoras,
todos estaríamos juntos

en una inquietud instantánea.
Los pescadores del mar frío
no harían daño a las ballenas
y el trabajador de la sal
miraría sus manos rotas.

Los que preparan guerras verdes,
guerras de gas, guerras de fuego,
victorias sin sobrevivientes,
se pondrían un traje puro
y andarían con sus hermanos
por la sombra, sin hacer nada.

No se confunda lo que quiero
con la inacción definitiva:
la vida es solo lo que se hace,
no quiero nada con la muerte.

Si no pudimos ser unánimes
moviendo tanto nuestras vidas,
tal vez no hacer nada una vez,
tal vez un gran silencio pueda
interrumpir esta tristeza,

este no entendernos jamás
y amenazarnos con la muerte,
tal vez la tierra nos enseñe
cuando todo parece muerto
y luego todo estaba vivo.

Ahora contare hasta doce
y tú te callas y me voy.

Poema de Pablo Neruda

Cierra tus ojos y verás claramente

Cierra tus ojos y verás claramente.
Cesa de escuchar y oirás la verdad.

Permanece en silencio y tu corazón cantará.
No anheles ningún contacto y encontrarás la unión.

Permanece quieto y te mecerá la marea del universo.
Relájate y no necesitarás ninguna fuerza.

Sé paciente y alcanzarás todas las cosas.
Sé humilde y permanecerás entero.

Cuando las cosas anheladas ya no se desean, llegan.
Cuando las cosas temidas ya no se temen, se alejan.

Poema de Lao Tse